Emocionados descubrimos rápidamente el lugar, nos colocamos el equipo: arnes, con las cuerdas. Nos enseñaron los pasos básicos de como descender amarrados a un árbol, como equilibrarnos que todo estaba en colocar el peso en la cintura y hacia atrás como si nos fuéramos a caer; todo parecía muy sencillo, listas nos encaminamos a la zona de partida.

Ya aseguradas con la adrenalina al máximo comencé a descender, Wao! no es tan sencillo ya que la roca no es homogénea tiene formas de naturaleza, es decir, a como el tiempo la ha educado. Colocaba los pies en los espacios que encontraba apoyando firme, con el peso hacia atrás, la cuerda de seguridad bien ajustada y la otra mano en el arnés o encima de la cuerda de guía. A medida que iba descendiendo era un poco más sencillo, cuando de la nada se acaba la pared de roca y quedé suspendida en la cúpula de la cueva... Increíble sin palabras a la descripción de adrenalina, de ir cayendo poco a poco y de admirar como la fuerza del río fue cavando en la roca su camino. Cuando ya se acostumbra uno cae al agua... Splash... 

Con susto, cansada, pero con ganas de intentarlo de nuevo. Esta vez más atrevida baje con mi compañera ya sin guía, tratando de recordar todo de perder el equilibrio y no caerle encima a nadie. Con seguridad y con la cuerda ajustada de nuevo el descenso... Ahora jugamos más y nos quedamos en el aire tratando de imitar a los murciélagos. 

Una aventura que les recomiendo, no solo porque es extremadamente relajante ya que no te puedes concentrar en otra cosa que en el ejercicio, sales del ambiente común, respirar aire fresco y conoces lugares que nunca habías visto y que una agencia no te llevará.

Les dejo algunos recuerdo de la aventura!!!

Intenténtelo!!

Xoxo

MALE